Se define actividad física como cualquier movimiento corporal producido por la musculatura esquelética que tenga como resultado un gasto energético. Se recomiendan al menos 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada a la semana o bien 75 minutos de intensidad vigorosa, o la combinación de ambas. Dichas recomendaciones son aplicables también para la embarazada.
La actividad física en el embarazo, generalmente, es segura, beneficia tanto a la madre como al feto en desarrollo y no incrementa el riesgo de complicaciones o efectos adversos durante el embarazo. Es por esto, que el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (ACOG en sus siglas en inglés), recomienda a la embarazada acumular 30 minutos o más de actividad física de intensidad moderada gran parte de la semana o todos los días, siempre y cuando no existan complicaciones médicas ni obstétricas.
El Dr. Alberto Davidovich, Director Médico de Emerger nos cuenta algunos beneficios de realizar actividad física durante el embarazo: “Se ha estudiado que el ejercicio durante el embarazo puede mantener e incluso mejorar la condición física de la mujer. Si se tiene sobrepeso u obesidad, la actividad física reduce el riesgo de preeclampsia, de dolor pélvico y lumbar, y la ganancia excesiva de peso gestacional, además de incrementar el bienestar. También podemos encontrar beneficios como la reducción del riesgo de presentar diabetes gestacional, ya que la actividad física ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre, mejora de la incontinencia y el estreñimiento, evita la aparición de varices y calambres, por último, reduce la posibilidad de una cesárea. Es por esto que se recomienda a las embarazadas mantener o incluso incrementar su nivel de actividad física.”